Empresaurios

Como evolucionar para no extinguirse

“Para qué voy a cambiar si siempre me ha ido bien así” ¿Alguna vez has oído esta frase o alguna parecida? Si es así, esto te interesa. Y si no solo la has oído, sino que la has dicho tú, entonces es IMPRESCINDIBLE que leas este artículo. Porque es posible que tu empresa esté en peligro de extinción. Y vamos a demostrártelo. Para empezar, con algunos ejemplos muy conocidos. ¿Conoces Kodak, Nokia, Yahoo, Blackberry, Atari o Toys R Us? Son solamente algunas de las compañías que llegaron a ser líderes absolutos de su sector y terminaron por desaparecer o verse relegadas al ostracismo. Y el motivo es muy evidente: no avanzar y hacer las cosas “como siempre”.

    Y como “para muestra un botón”, continuaré analizando un poco más algunos de los ejemplos anteriores. El caso de Kodak es seguramente el más grave. Una compañía que era el referente casi absoluto en el mundo de la fotografía y que decidió seguir con su método analógico, a pesar de observar (como era claro y patente) que la fotografía digital estaba siendo más que aceptada por una gran mayoría de gente. Y mientras Kodak seguía teniendo grandes beneficios y pensando que aquello no iba con ellos, otras compañías renunciaban a parte de esos beneficios a corto plazo por investigar y apostar por una tecnología que era compleja, pero que parecía que podía tener un gran futuro. Esas compañías se llamaban Canon, Nikon, Sony o Panasonic. Y algunas de ellas se encuentran entre las Marcas globales más reputadas del mundo.

    En el caso de Nokia o Blackberry, el resumen es que no creyeron en la tecnología Android para el desarrollo de smartphones. Toys R Us no se adelantó al Ecommerce para seguir creciendo, y Atari no desarrolló la tecnología en la que eran los dominadores para llegar a conseguir que el ordenador fuera una herramienta con la que poder mejorar de verdad la vida de las personas a todos los niveles. Y hay muchísimos más casos. Conocidos y no tan conocidos. 

    Texto de Odoo y bloque de imagen
        Pero si algo tienen todos ellos es que las personas que tenían que apostar por no quedarse parados, por avanzar, por no conformarse con lo de siempre simplemente porque funciona, no lo hicieron. Seguramente tenían muchos motivos para hacerlo, y parecía una decisión más que razonable. Podría incluso hacer una lista con algunos de esos motivos para no cambiar:

        • Motivos económicos: nada es gratis. Las cosas cuestan dinero, y cuanto mayor es el tamaño y la repercusión de la empresa mayor es el desembolso que hay que hacer. Y es muy fácil decir que “esto me va ayudar” cuando no se está en la posición de quien tiene que pagarlo. Y nadie asegura que esto vaya a funcionar. Hasta aquí todos de acuerdo. Pero sí que tenemos ejemplos de muchas empresas que han invertido en el cambio, en la innovación, en el crecimiento, y han tenido éxito. De hecho, la mayoría de las que lo han hecho y han apostado de verdad por ello lo han conseguido. Con más o menos esfuerzo, antes o después, pero lo han conseguido.

        Motivos asociados al conocimiento de la empresa: nadie conoce la empresa como quien la dirige. Y, por tanto, “nadie va a venir a decirme a mí, que creé esta empresa (o la dirijo, o la heredé) cómo tengo que hacer las cosas”. ¿Te suena esto? Yo lo he oído muchas veces, y cada vez que lo oigo mi sentimiento es de tristeza, sinceramente. Porque sé que, tarde o temprano, en lo personal o en lo profesional, esa persona sufrirá un revés importante. Y será por no haber escuchado o abierto su mente a nuevas ideas y aprendizajes. Si algo me ha enseñado la vida es que se puede aprender mucho de los demás, y eso me ayudará a ser más feliz.

         • Motivos operativos: es posible que pueda ayudarme a crecer, pero es demasiado complejo de ejecutar a corto plazo y no quiero alterar ni ralentizar el ritmo de la empresa. “Entiendo que es interesante, pero ahora no es buen momento, no es prioritario”. Esta es otra de las frases “mágicas” de algunos empresarios. Y mi respuesta es siempre la misma: nunca será un buen momento. Dicho de otra manera: siempre es buen momento. Partiendo de la base de que casi todo lo que nos proporciona grandes beneficios o alegrías en la vida requiere de tiempo y/o esfuerzo, mi opinión es que cuanto antes empecemos el camino, antes llegaremos a la meta.
        Imagen de Odoo y bloque de texto

        Para empezar a sacar conclusiones de todo esto, creo que es importante que partamos de una afirmación que es difícilmente discutible: el mundo cambia cada vez más rápido. Y cuando digo “el mundo” me refiero a la sociedad, la economía, la climatología, el planeta, la tecnología, etc. Los cambios en todos los sentidos son cada vez mayores y más acelerados. Tal vez hace 20, 50 o 100 años era relativamente sencillo mantener el “status” cuando se había alcanzado una situación exitosa y se estaba en una posición dominante. Pero ahora se puede pasar del éxito al fracaso en un abrir y cerrar de ojos. Y un modo de evitarlo es estar siempre alerta e invertir en herramientas que nos puedan ayudar a avanzar con paso firme y con una visión de futuro.

        Herramientas que nos permitan, por ejemplo, automatizar procesos de todo tipo. Herramientas como los ERP (Enterprise Resource Planning), que nos ayuden a optimizar los recursos y procesos de nuestra compañía a todos los niveles. Existen muchos motivos para no invertir en ello. Más que justificados. Y además, si ahora nos va bien, mejor no invertir. Pero también les iba bien a los dinosaurios y se extinguieron en un segundo. 
        Así que mi consejo es que no te conviertas en un empresaurio y apuestes por el cambio. Alguien me dijo una vez que el cambio siempre es positivo, y desde entonces la vida me va mejor. Espero que este artículo haya sido de utilidad. ¡Hasta pronto!.